domingo, 2 de febrero de 2014

Black Mirror - El Himno Nacional

Hace un mes aproximadamente vimos en clase de TIC el primer capítulo de la serie Black Mirror, llamado 'El Himno Nacional'. Antes de nada, una sinopsis del capítulo:

El primer ministro de Gran Bretaña, Michael Callow, se convierte en el centro de atención de prácticamente toda la población del país tras el secuestro de la princesa Susannah, del cual se enteran mediante un vídeo subido a Youtube por los secuestradores y en el que ella misma dice cuál es el rescate que piden por ella; que Callow mantenga relaciones sexuales con un cerdo en la televisión nacional, en directo.

A pesar de que el vídeo estuvo a penas unos pocos minutos en Youtube, gran parte de la población se había hecho eco de la noticia y era cuestión de tiempo que todos lo supieran. Mientras tanto, el primer ministro y sus trabajadores trabajan a contrarreloj para no tener que llevar a cabo la acción pedida por los secuestradores y poder rescatar a la princesa.

El título de la serie, Black Mirror (Espejo negro), ya da mucho para pensar. ¿Qué se quiere decir con este título? Quizás puede ser el espejo de la sociedad cada día, y del que muchos no somos conscientes. En el que se refleja lo peor de nosotros. También puede referirse a la tecnología que, al fin y al cabo, son espejos negros.
 El creador de la serie comenta esto sobre el título: ''El 'espejo negro' del título es lo que usted encontrará en cada muro, en cada escritorio, en la palma de cada mano: la pantalla fría y brillante de un televisor, un monitor, un teléfono inteligente.''
Creo que con eso el creador lo dice todo, pero aún así, el simple nombre del título ya te da para reflexionar y plantearte muchas cosas.

El capítulo acaba con el primer ministro manteniendo relaciones con un cerdo en directo y con casi toda la totalidad de la población viéndolo, lo que a primera vista parece una aberración y que nos hace plantearnos si nosotros seríamos parte de esa población. La consecuencia de que todo el mundo esté pendiente del directo de Callow y de nada más que eso es que la princesa Susannah es liberada en el medio de Londres con sus calles vacías antes de que el primer ministro saliera en televisión con un cerdo.

Creo que el capítulo es una genialidad de principio a fin, sin duda te conmueve y te lleva a pensar y plantearte muchas cosas mientras estás viendo la pantalla.
La rapidez con la que la que se difundió el vídeo por la población. Los esfuerzos en vano del ministerio por borrar cualquier rastro de él. La gente sin parar de hablar y opinar del tema. Prácticamente único tema de los telediarios con encuestas preguntando a la población si el ministro debería o no mantener relaciones con un cerdo. Pienso que es una situación irreal pero que si fuera llevada a cabo ahora mismo en un lugar del mundo, probablemente se desarrollaría igual que el capítulo, y nosotros seríamos gran parte de la culpa. El hecho de que toda la población esté centrada en la pantalla del televisor, define perfectamente el título de la serie.
¿Veríamos todos el directo de nuestro primer ministro? Estoy segura de que la mayoría de la población sí. Ya sea por seguir a los demás, por querer ser parte de la sociedad y no quedarte atrás, por la curiosidad, por el poder hablar del tema o por cualquier motivo, más de el 90% de la población lo vería. También es así como se demuestra el gran poder que tiene la sociedad en masa, aunque no se sea consciente de ello. El ministro intentó por todos los medios borrar el vídeo y cualquier rastro de él, y hubiera censurado a los medios para que no comentaran nada si su plan hubiera tenido éxito. ¿Por qué no pudo? Por Internet. Internet somos todos y no había forma de parar la difusión y los miles comentarios por el vídeo. También el hecho de que nadie se diera cuenta de que la princesa deambulaba por las calles de la ciudad hasta después de que el el primer ministro acabara en la televisión es una prueba de ello.




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